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viernes, 25 de octubre de 2013

CURSO TDAH. TAREA 3.2. INDICADORES DE ÉXITO EN EL AULA.


   

    El trabajo en el aula con el alumnado que presenta TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), puede resultar un fracaso si, como docentes, no hemos realizado previamente una planificación del proceso educativo. 
     En este sentido, en dicha planificación se deberá contar con una serie de indicadores o factores que, a pesar de no garantizar un éxito rotundo (pues cada alumno es un mundo y presenta una necesidades educativas particulares), nos posibilitan en mayor medida para ofrecer una respuesta educativa más eficaz.
    Tras haber leído las aportaciones de muchos compañeros/as del curso, pasaré a continuación a señalar aquellos factores o indicadores que, a mi parecer, pueden ser determinantes a la hora de organizar el proceso educativo con este tipo de alumnado:


- Economía de actividades. El alumno con TDAH suele distraerse con gran facilidad. Por ello, el hecho de reducir el número de actividades, así como la extensión de las mismas, favorecerá la atención y por consiguiente, un mayor rendimiento a largo plazo.

- Desarrollo de técnicas para enfocar y centralizar la atención. Actualmente, encontramos numerosos recursos que favorecen este tipo de capacidades, como buscar diferencias entre dos dibujos, etc.

- Planificación de las tareas en distintas partes, señalando un tiempo máximo para la realización de cada una de ellas.

- Situación estratégica en el aula. Es decir, situar a este tipo de alumnado en un lugar accesible para el docente, que nos permita mantener un contacto y supervisión directos. Así mismo, lejos de elementos distractores del aula (ventanas, carteles, etc.) y compañeros o compañeras habladores.

- Establecer una serie de pautas para la organización del trabajo y del estudio, tanto en el aula como en el hogar.

- Establecimiento por parte del centro educativo, un adecuado Plan de Atención a la Diversidad, que contemple, entre otros aspectos, las líneas generales de actuación con este tipo de alumnado, así como los cauces de colaboración y coordinación entre los distintos miembros del equipo docente.

- Elaboración de una Programación Didáctica que contemple, en todos sus elementos, al alumnado con TDAH, de modo que permita planificar de manera más específica el proceso educativo, con el fin de ofrecer una idónea respuesta educativa.

- En caso de ser necesario, diseño de una Adaptación Curricular Individualizada (Significativa, No Significativa, según el caso), con el objeto de adaptar los distintos elementos curriculares a las necesidades educativas del alumno con TDAH.

- Planificación de un horario que contemple las áreas instrumentales o de mayor concentración en las primeras horas de la jornada escolar, dejando el resto, más distendidas, para las últimas sesiones.

- Elaboración de un programa de modificación de conducta, valorando de forma positiva los progresos y obviando, en medida de lo posible, las conductas inapropiadas.

- Ofrecimiento de un clima de confianza y seguridad al alumno con TDAH, siempre desde el optimismo.

- Desarrollo de técnicas de anticipación, de modo que podamos prever cualquier tipo de conducta inapropiada y evitar, en medida de lo posible, que así suceda.

- Cambio total de tarea, siempre que las posibilidades lo permitan, con el fin de evitar el desarrollo de conductas disruptivas (por ejemplo, enviarlo a hacer fotocopias, etc.).

- Desarrollo de las capacidades de paciencia y constancia. Si queremos conseguir un adecuado desarrollo del proceso educativo, estas dos capacidades serán primordiales.


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